Mudanza y plantas: ¿cómo transportarlas?

 Algunos objetos exigen más atención que otros cuando te mudas de casa. Las plantas, por ejemplo, requieren cuidados especiales.

Transportar tus plantas protegidas en malas condiciones significa arriesgarse a decir adiós al cactus o la monstera que has visto crecer.

Por suerte, podemos hacerte varias recomendaciones para trasladar tus plantas con seguridad.

En esta guía aprenderás a proteger y transportar tus plantas, grandes y pequeñas, cuando te mudes de casa, y a cuidarlas cuando llegues.

No está prohibido mudarse con las plantas. Sin embargo, las plantas no suelen estar cubiertas por el seguro que ofrecen las empresas de mudanzas porque se consideran demasiado frágiles.

Del mismo modo, muchas empresas de mudanzas simplemente se niegan a transportarlas y manipularlas.

Si tienes plantas de las que no quieres desprenderte, asegúrate de decírselo a la empresa de mudanzas con antelación.

Los responsables te explicarán detalladamente las cláusulas del contrato y calcularán el volumen de tus plantas cuando te visiten.

Por último, si te trasladas al extranjero, asegúrate de conocer la política de entrada de plantas del país de acogida.

Muchas plantas no pueden cruzar determinadas fronteras porque son tóxicas, invasoras o portadoras potenciales de enfermedades.

¿Te mudas a una vivienda más pequeña y no tienes una habitación lo suficientemente grande para guardar tus herramientas de jardinería?

Los trasteros seguros y accesibles de HOMEBOX te permiten almacenar tus pertenencias valiosas hasta mejor ocasión, sin sacrificar espacio en tu vivienda.

El primer punto que hay que tener en cuenta es, por supuesto, la época del año en la que tendrá lugar la mudanza.

Así, por ejemplo, es mejor trasladar las plantas de exterior en invierno y las de interior en verano.

Si vas a mudarte en primavera, te recomendamos que podes las ramas de las plantas más grandes una semana antes del transporte para reducir su volumen y evitar que las ramas se rompan en el camión.

No olvides regar las plantas por última vez cuatro o cinco días antes, y vaciar y secar todos los platos de debajo de las macetas para que no se mojen las cajas.

También harás un favor a los encargados de la mudanza aligerando el peso de esa euforbia gigante o de ese ficus elastica de diez años.

En cualquier caso, hazte a la idea de que tendrás que dejar algunas plantas. No todas se prestan igual de bien al “juego” de la mudanza. Y no descartes la posibilidad de que no se adapten a tu nuevo hogar.

Si tienes dudas, puede ser mejor donarlas a amigos o vecinos cuya vivienda tenga la misma orientación que la tuya.

Al igual que al trasladar un acuario, proteger adecuadamente tus plantas es esencial para garantizar su supervivencia tras el traslado.

Estarán expuestas a una serie de cambios durante la fase de transporte, como cambios de temperatura, luz y humedad, así como corrientes de aire.

Para asegurarte de que no pierdes demasiados efectivos en la batalla, asegúrate de que tienes el siguiente equipo:

• Cajas de distintos tamaños para guardar tus plantas.

• Bolsas de plástico para guardar el compost.

• Cobertor de invierno o papel kraft para envolverlas y aislarlas.

Cuando cierres el envoltorio, acuérdate de rociar con agua en aerosol el follaje y la tierra para añadir un poco de humedad.

Perfora los recipientes y fundas para que circule el aire, y asegúrate de marcarlos como “frágiles”.

Si tus plantas son demasiado grandes o demasiado altas para meterlas en cajas de cartón, envuélvelas en papel kraft o bolsas de basura que puedes sujetar al tronco, pero sin forzarlas.

¿Qué pasa con las plantas de mi jardín?

Para trasladar plantas de tu jardín, puedes coger esquejes o trasplantarlas.

La primera opción es la más sencilla, ya que basta con cortar la ramita el día anterior a la mudanza y envolverla en algodón húmedo o en una toallita de papel.

Para la segunda, cava alrededor de la planta para tener suficientes raíces para el crecimiento y humedece la tierra original, y luego coloca la planta en una maceta o bolsa para su transporte.

¿No hubo problemas durante las fases de embalaje y de transporte? Genial, pero la aventura aún no ha terminado.

Ahora tus plantas tendrán que adaptarse gradualmente a tu casa. Así que tendrás que estar alerta durante unas semanas más.

Empieza por replantar las plantas de exterior lo antes posible y riégalas abundantemente para que no sufran más.

Para las plantas de interior, intenta encontrar un entorno parecido al de tu antigua casa.

Trasplanta si es necesario y vigila cualquier signo de fatiga: deterioro del follaje, amarilleamiento, pardeamiento o incluso caída de las hojas.