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Limpiar tu casa o piso antes de mudarte: nuestra guía

EN BREVE

Cómo limpiar un piso o una casa antes de mudarte:

  • Haz acopio de productos de limpieza, guantes, esponjas, escobas, aspiradores, bayetas, etc.
  • Empieza por el váter y cambia la tapa del inodoro.
  • Limpia el baño hasta los desagües.
  • Sácales brillo al horno, la campana extractora, el frigorífico, la placa y el salpicadero de la cocina.
  • Limpia ventanas y paredes con vinagre blanco y agua, sin olvidar enchufes e interruptores.
  • Friega los suelos con un limpiador a vapor y limpia la moqueta con jabón.

Acabas de terminar el repaso de tu casa y te dispones a mudarte a tu nuevo piso o casa.

Así que probablemente estés deseando mudarte, ¡pero no hay por qué precipitarse!

En lugar de eso, dedica unas horas o un día entero a limpiar tu nueva casa mientras aún esté vacía.

Por un lado, será mucho más sencillo y rápido sin los muebles.

Por otra parte, una limpieza a fondo te facilitará planificar con antelación y quizá hacer algunos ajustes en función de la ubicación de los enchufes, la anchura del lavadero...

Para ayudarte a superar la prueba, hemos elaborado una guía paso a paso para limpiar eficazmente la casa o el piso antes de instalarte.

Para limpiar antes de instalarte: el equipo adecuado

Antes de empezar cualquier trabajo de limpieza, asegúrate de que tienes al menos:

  • Dos pares de guantes domésticos.
  • Una aspiradora y bolsas vacías.
  • Una escoba estándar.
  • Una escoba de empuje.
  • Un cubo.
  • Una aspiradora.
  • Varias esponjas.
  • Trapos y bayetas de algodón o microfibra
  • Detergentes.
  • Un cepillo de dientes usado.
  • Una bolsa de basura.

En cuanto a los detergentes, te recomendamos encarecidamente que optes por preparados caseros a base de ingredientes naturales.

Encontrarás docenas de fórmulas disponibles gratis en Internet para fabricar detergentes más baratos y, sobre todo, inocuos para tu salud y el medio ambiente.

Por último, como los ingredientes de todas estas fórmulas suelen ser muy parecidos, tampoco abarrotarás tus armarios con una docena de botellas diferentes. Una auténtica ventaja si tienes poco espacio.

Nota: si te mudas a una vivienda amueblada o has tenido que mudarte de casa a toda prisa, tómate un momento para juntar los muebles y objetos en el centro de las habitaciones.

Y si aún quieres limpiar en las mejores condiciones posibles, considera la posibilidad de alquilar un trastero cerca de tu vivienda mientras todo vuelve a la normalidad.

La cocina y el baño: prioridad número 1

Vayamos al grano.

Como son estancias muy utilizadas, los cuartos de baño deben limpiarse ANTES QUE NADA.

También serán los que más trabajo te den, pero la higiene no es cosa de risa.

Empieza por los inodoros

Empieza por lo más difícil, el inodoro, para dejar el camino ya despejado.

Para ello, desinfecta el asiento con tu producto casero de elaboración propia.

No olvides cambiar la tapa por una nueva.

Continúa con el resto del baño

A continuación, sin aflojar el ritmo, pasa al baño.

Utiliza un antical para el lavabo y la bañera o ducha.

Desde el lavabo hasta los grifos, pasando por las juntas, la manguera y la alcachofa, no te dejes nada sin limpiar.

Comprueba también que no haya atascos (pelo, jabón, etc.) en la entrada del desagüe, debajo del tapón.

Por último, utiliza tu producto de limpieza casero para desinfectar las baldosas, los azulejos y todas las superficies de cerámica.

Pasa a la cocina

Limpiar una cocina no es tarea fácil, ya que está repleta de objetos y recovecos no siempre accesibles.

Pero una cocina limpia no es negociable para ningún cocinillas.

Así que acuérdate de fregar:

  • El horno (límpialo con pirólisis si hace falta).
  • La campana extractora.
  • El frigorífico y el congelador.
  • Las placas de cocción o los fogones.
  • Las encimeras.
  • El salpicadero.

Ventanas y paredes: prioridad número 2

Los cristales brillantes no solo te dan sensación de bienestar, sino que además, cuando estaban muy sucios, te permiten recuperar algunos lúmenes y ahorrar electricidad.

Para ello, ármate con tu mejor producto a base de limón y vinagre blanco. Para los más sucios, utiliza papel de periódico arrugado. Primitivo, pero muy eficaz.

Para las paredes, retira primero los clavos y tornillos con unos alicates.

Después, utiliza un paño de microfibra y vinagre blanco para eliminar las marcas y desinfectar las superficies. La tiza mágica será muy útil para las tareas difíciles.

Por supuesto, no olvides los enchufes, interruptores y manillas (un paraíso para las bacterias de todo tipo), así como los marcos de puertas y ventanas y los radiadores.

Suelo: prioridad número 3

Una vez que las partes superiores estén relucientes, ahora puedes empezar a limpiar los suelos aspirando los rincones más pequeños (rodapiés, armarios...).

A continuación, utiliza una fregona tradicional si tus suelos no están demasiado sucios. Si no, recurre a una limpiadora de vapor, que a menudo hace milagros.

En los suelos de baldosas, presta especial atención a las juntas, que acumulan suciedad de forma natural y se decoloran con el tiempo.

Por último, si tu futura casa tiene moqueta, es esencial limpiarla para eliminar los ácaros y el polvo (los alérgicos lo saben muy bien).

¿La solución más eficaz? Un limpiamoquetas profesional, que encontrarás en cualquier empresa de alquiler de material como Dios manda.

Nuestro pequeño extra: desodorizar el interior

Como ha estado ocupada por una o varias personas con hábitos distintos a los tuyos, puede que no te guste el olor de tu nueva vivienda.

Para desodorizar una casa o un piso antes de instalarte, ventila bien el interior y quema un poco de papel de Armenia, por ejemplo.

También puedes poner canela en rama o bolsitas de lavanda en los armarios para perfumar el contenido.

Y si aún no lo has hecho, tómate un momento para ordenar tus pertenencias. Esto te permitirá empezar de cero y vivir en un lugar en el que te sientas realmente a gusto.

¡Feliz instalación con HOMEBOX! :-)

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