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Alquilar: limpieza y pequeñas reparaciones que hay que hacer antes de mudarse

Limpieza y reparaciones antes de mudarte: lo que deben tener en cuenta los inquilinos salientes:

  • Elabora una lista precisa de los elementos que hay que limpiar y reparar.
  • Vacía del todo la vivienda y descongela el frigorífico.
  • Haz acopio del material de limpieza necesario.
  • Limpia de arriba abajo, empezando por las habitaciones menos transitadas.
  • Revisa el inventario de la vivienda a tu llegada para determinar lo que hay que reparar.

¿Qué inquilino no ha temido no recuperar íntegramente su fianza?

Cuando llevas varios años viviendo en tu casa, es natural que presente desgaste y deterioro por el uso y por el paso del tiempo.

Manchas en la pintura, rayaduras en el suelo, polvo en los armarios: si te mudas de casa o de piso, es hora de limpiarlo.

¡Tu fianza depende de ello!

Sin embargo, aunque la limpieza y algunas reparaciones menores sean cosa tuya, no necesariamente eres responsable de todas las reparaciones.

En esta guía aprenderás a organizar la limpieza de tu casa y a dar prioridad a las pequeñas reparaciones para que puedas estar seguro de recuperar la fianza cuando te marches.

Antes de empezar a limpiar

Limpiar tu piso para la inspección de salida nunca es tarea fácil.

Para ahorrar tiempo y energía, asegúrate de haber vaciado del todo tu antigua vivienda.

Lo mismo vale para el frigorífico y el congelador, que deben descongelarse.

Para ahorrarte preocupaciones, haz una lista de las cosas que tendrás que hacer el día D. Te incluimos un borrador al final de este artículo, pero es muy probable que tengas que añadir tareas específicas.

Si te mudas a varios cientos de kilómetros, o incluso al extranjero, y no puedes volver para limpiar después de la mudanza, puedes:

  • Limpiar la vivienda con los muebles cubiertos con una lona.
  • Guardar el máximo número de pertenencias en un trastero cercano mientras dure la limpieza.
  • Vaciar el piso y recurrir a una empresa especializada.

Por supuesto, no cortes el agua ni la electricidad antes de empezar. :-)

Hazte con el material adecuado...

Para limpiar tu piso o casa necesitas un equipamiento mínimo.

Sin pasarse de la raya, esto es lo que necesitarás para no andar apurado durante la limpieza y las reparaciones:

  • Una escoba.
  • Una aspiradora.
  • Esponjas.
  • Un cubo y una fregona.
  • Bolsas de basura.
  • Productos de limpieza (limpiaventanas, limpiador de baño, antical, limpiador de suelos, de horno, etc.).
  • Una escobilla de váter.
  • Trapos, bayetas y paños de cocina.
  • Una caja de herramientas para las reparaciones necesarias.

Nuestro consejo: si has pedido ayuda a amigos y familiares, lleva varias esponjas, trapos y escobas para mayor eficacia.

Ojo, los detergentes pueden suponer rápidamente un presupuesto considerable. Además, suelen ser blanco de críticas por su impacto en la salud.

Si puedes, considera la posibilidad de fabricar tu propio detergente a base de vinagre blanco, bicarbonato de sodio, limón y jabón de Marsella.

...y el método adecuado

Tu antigua vivienda no se puede dejar a punto y como es debido sin un mínimo de organización:

  1. Primero limpia las habitaciones por donde no vayas a tener que pasar más, para no ensuciarlas de nuevo (despacho, cuarto de baño, lavadero...).
  2. Empieza limpiando las partes superiores y ve bajando.
  3. Termina con las paredes y los suelos, teniendo cuidado de cerrar la puerta de cada habitación a medida que acabes de limpiarla.

Limpieza previa a la mudanza: la lista de tareas para que no se te olvide nada

Para maximizar tus posibilidades de recuperar la fianza íntegra, aquí tienes una lista no exhaustiva de cosas que tendrás que hacer antes de devolver las llaves:

  • Limpia las ventanas, los espejos y las mamparas de los cuartos de baño.
  • Limpia el polvo de las puertas, la parte superior de los tiradores y los rodapiés, y limpia los marcos y molduras.
  • Limpia las rejillas de ventilación, los CMV y los enchufes desconectando previamente la alimentación eléctrica.
  • Friega la ducha, el lavabo, los fregaderos y los inodoros para eliminar la cal.
  • Quita pegatinas, clavos y ganchos y limpia las paredes, sobre todo si fumas.
  • Quita el polvo de los armarios y sus accesorios por dentro, por fuera y por encima.
  • Limpia el horno y la encimera.
  • Quita el polvo y limpia cortinas y persianas.
  • Friega los suelos (parqué, baldosas, moqueta, etc.), adaptando el producto a la superficie.
  • Sustituye las bombillas fundidas y limpia las lámparas.
  • Limpia los espacios anexos a la vivienda: sótano, garaje, balcón, terraza y jardín.

Pequeñas reparaciones antes de la inspección final: obligaciones del arrendatario

En lo que respecta al mantenimiento y a las pequeñas reparaciones durante el arrendamiento y hasta el final del mismo, las cosas están bastante claras.

El artículo 21 de la Ley de Arrendamientos Urbanos, de 24 de noviembre de 1994, establece que el arrendatario debe:

  • Hacerse cargo de “las pequeñas reparaciones que exija el desgaste por el uso ordinario de la vivienda”, así como todas las reparaciones en las que “el deterioro de cuya reparación se trate sea imputable al arrendatario”.

En la práctica, estás obligado a devolver la vivienda exactamente en el mismo estado en que la encontraste, siempre teniendo en cuenta, por supuesto, el desgaste natural debido al paso del tiempo.

Por tanto, todo lo que hayas modificado a sabiendas debe recuperar su aspecto original.

Al abandonar la vivienda, los inquilinos salientes deben:

  • Masillar los agujeros de las paredes.
  • Repintar paredes o volver a empapelar.
  • Desatascar los desagües.
  • Fijar los enchufes móviles.
  • Reparar los muebles o electrodomésticos dañados que pertenezcan al propietario.
  • Reparar los cristales o baldosas rotos.

Si tienes la menor duda, repasa el inventario inicial de instalaciones y accesorios y haz una lista de lo que ha cambiado desde tu llegada.

Nuestro consejo: como no siempre es fácil ver las cosas con claridad después de pasar varios años en la misma casa, no dudes en pedir ayuda a un tercero que aporte un punto de vista fresco.

¿Cómo vuelvo a pintar antes de mudarme?

Tanto si te mudas como si te vas de casa, pintar es una forma sencilla pero eficaz de dar nueva vida a tus paredes.

Después de limpiar con una esponja o brocha, aplica una capa de imprimación para que la pintura final se fije bien.

Elige un color neutro y brillante (blanco o beige, por ejemplo), preferiblemente una pintura monocapa para ahorrar tiempo.

Si tienes que llamar a un profesional, ya sea porque no tienes tiempo o porque estás demasiado cerca de casa, no olvides comparar presupuestos para ver cuánto cuestan en relación con la superficie que necesitas pintar, que tendrás que medir de antemano.

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